Si Dios te trae nuevamente [luego de la batalla de Tabuk] ante un grupo de ellos [los hipócritas], y ellos te piden permiso para salir a combatir [en otra batalla], diles: "No marcharán ni combatirán conmigo contra un enemigo jamás, porque se complacieron en rezagarse la primera vez; quédense entonces con los que se rezagan".