حَتَّىٰ إِذَا جَاءَنَا قَالَ يَا لَيْتَ بَيْنِي وَبَيْنَكَ بُعْدَ الْمَشْرِقَيْنِ فَبِئْسَ الْقَرِينُ 38
Hasta que, al comparecer ante Nosotros, diga: «¡Ojalá nos hubiera separado, a mí y a ti, la misma distancia que separa al Oriente del Occidente!» ¡Qué mal compañero...!