وَضَرَبَ اللَّهُ مَثَلًا قَرْيَةً كَانَتْ آمِنَةً مُطْمَئِنَّةً يَأْتِيهَا رِزْقُهَا رَغَدًا مِنْ كُلِّ مَكَانٍ فَكَفَرَتْ بِأَنْعُمِ اللَّهِ فَأَذَاقَهَا اللَّهُ لِبَاسَ الْجُوعِ وَالْخَوْفِ بِمَا كَانُوا يَصْنَعُونَ 112
Alá propone como parábola una ciudad, segura y tranquila, que recibía abundante sustento de todas partes. Y no agradeció las gracias de Alá. Alá, en castigo por su conducta, le dio a gustar la vestidura del hambre y del temor.