Dios les expone un ejemplo [para que reflexionen]: ¿Puede equipararse un [incrédulo] esclavo [de sus pasiones] que carece de todo poder, con [un creyente] a quien le he concedido un sustento generoso y hace caridades en privado y en público? [¿Cómo pueden entonces comparar al Creador con los seres creados?] ¡Alabado sea Dios! La mayoría de la gente no reflexiona.