Purificaré sus corazones del rencor que hubiere entre ellos. Vivirán donde corren ríos y dirán [en agradecimiento]: "¡Alabado sea Dios, Quien nos guió!, y no hubiéramos podido encaminarnos de no haber sido por Él. La promesa con la que vinieron los Mensajeros de nuestro Señor era verdad". Se les dirá: "Éste es el Paraíso que han heredado [en recompensa] por lo que solían obrar".