Moisés eligió entre su pueblo a setenta hombres para una cita conmigo, y cuando les azotó un violento temblor, [Moisés] exclamó: "¡Señor mío! Si hubieras querido los habrías aniquilado antes y a mí también. ¿Acaso nos aniquilarás por lo que han cometido los necios que hay entre nosotros? [El becerro] no es sino una prueba con la que extravías y guías a quien quieres. Tú eres nuestro protector, perdónanos y ten misericordia de nosotros. Tú eres el más Indulgente.