¡Apresúrense a alcanzar el perdón de su Señor y así obtener un Paraíso tan vasto como el cielo y la Tierra, el cual está reservado para quienes creen en Dios y en Sus Mensajeros! Esa es la bendición de Dios, y Él se la concede a quien quiere. Dios es poseedor de una bendición grandiosa.