¡Oh, creyentes! No profanen los ritos de Dios ni los meses sagrados ni los animales ofrendados ni los animales marcados para ofrenda ni perjudiquen a quienes se dirigen a la Casa Sagrada buscando el favor y la complacencia de su Señor. [Solo] cuando hayan finalizado la peregrinación podrán cazar. Que el descontento que tengan hacia quienes les impedían el acceso a la Mezquita Sagrada no los lleve a transgredir [la ley], sino que cooperen con ellos a obrar el bien e impedir el mal, pero no cooperen en el pecado y la enemistad. Y tengan temor de Dios; Dios es severo en el castigo.