No es prescripción de Dios que ciertas clases de ganado sean marcadas por superstición y costumbres paganas, como la camella que se consagra a los ídolos por lo que no debe ser ordeñada, ni la que también es consagrada a los ídolos y se la deja pastar libremente, ni la oveja que si en su séptimo parto pare un macho y una hembra se la consagra a los ídolos y no se la debe sacrificar, ni el camello semental que luego de servir diez veces se consagra a los ídolos por lo que no se lo utiliza para montura. Son los paganos supersticiosos quienes han inventaron estos ritos, mintiendo acerca de Dios. La mayoría de ellos no usa el razonamiento.