Dios hará realidad la visión que tuvo Su Mensajero [en sueños] y ustedes entrarán en la Mezquita Sagrada, si Dios quiere, algunos con las cabezas rasuradas y otros con el cabello recortado, sin temer absolutamente nada. Dios sabe lo que ustedes ignoran. Él les concederá, además, una victoria cercana.