¡Oh, gente! Teman a su Señor y [teman] el día en el que ningún padre pueda cargar las faltas de su hijo y ningún hijo pueda cargar las faltas de su padre. Lo que Dios promete se cumple. Que no los seduzcan los placeres de la vida mundanal ni los engañe el Seductor [el demonio], alejándolos de Dios.