Dios celebró un pacto con la gente del Libro a través de los Profetas, diciéndoles: "Les concedo el Libro y la sabiduría, pero cuando se les presente un Mensajero que confirme lo que se les ha revelado, crean en él y préstenle auxilio. ¿Asumen tal compromiso?" Respondieron: "Sí, nos comprometemos". Dijo Dios: "Entonces, sean testigos que yo también atestiguaré con ustedes".