إِنَّ السَّاعَةَ آتِيَةٌ أَكَادُ أُخْفِيهَا لِتُجْزَىٰ كُلُّ نَفْسٍ بِمَا تَسْعَىٰ 15
El Día de la Resurrección es indubitable, y nadie salvo Dios sabe cuándo llegará. Ese día cada alma recibirá la recompensa o el castigo que se merezca por sus obras.