فَوَسْوَسَ إِلَيْهِ الشَّيْطَانُ قَالَ يَا آدَمُ هَلْ أَدُلُّكَ عَلَىٰ شَجَرَةِ الْخُلْدِ وَمُلْكٍ لَا يَبْلَىٰ 120
Pero el demonio lo sedujo diciéndole: "¡Oh, Adán! ¿Quieres que te indique el árbol de la inmortalidad y el poder eterno?"