وَأُحِيطَ بِثَمَرِهِ فَأَصْبَحَ يُقَلِّبُ كَفَّيْهِ عَلَىٰ مَا أَنْفَقَ فِيهَا وَهِيَ خَاوِيَةٌ عَلَىٰ عُرُوشِهَا وَيَقُولُ يَا لَيْتَنِي لَمْ أُشْرِكْ بِرَبِّي أَحَدًا 42
Y en efecto, sus frutos fueron destruidos. [Él] se golpeaba las manos lamentándose por lo que había invertido en ellos, y ahora estaban allí devastados. Entonces dijo: "No debería haber igualado a otros junto a mi Señor".