وَدَخَلَ جَنَّتَهُ وَهُوَ ظَالِمٌ لِنَفْسِهِ قَالَ مَا أَظُنُّ أَنْ تَبِيدَ هَٰذِهِ أَبَدًا 35
Luego ingresó en su viñedo lleno de soberbia e incredulidad y exclamó: "No creo que este viñedo perezca jamás,