ارْجِعُوا إِلَىٰ أَبِيكُمْ فَقُولُوا يَا أَبَانَا إِنَّ ابْنَكَ سَرَقَ وَمَا شَهِدْنَا إِلَّا بِمَا عَلِمْنَا وَمَا كُنَّا لِلْغَيْبِ حَافِظِينَ 81
Vuelvan ante nuestro padre y díganle: ¡Padre! Tu hijo ha robado, y solo atestiguamos sobre lo que hemos sabido, y no tenemos acceso a lo oculto [para saber si realmente lo hizo o no].