Dijo: "¡Oh, pueblo mío! Me baso en una prueba evidente de mi Señor, Él me ha proveído un sustento generoso. No iba a prohibir lo que considero lícito para mí mismo. Solo pretendo su bienestar en la medida que pueda, pero mi éxito depende de Dios; a Él me encomiendo y ante Él me arrepiento.