رَبِّ اغْفِرْ لِي وَلِوَالِدَيَّ وَلِمَنْ دَخَلَ بَيْتِيَ مُؤْمِنًا وَلِلْمُؤْمِنِينَ وَالْمُؤْمِنَاتِ وَلَا تَزِدِ الظَّالِمِينَ إِلَّا تَبَارًا 28
¡Señor! ¡Perdónanos, a mi y a mis padres, a quien entre en mi casa como creyente, a los creyentes y a las creyentes! Y a los impíos ¡no hagas sino perderles más!»