¡Oh, Profeta! ¿Por qué te prohíbes a ti mismo lo que Dios te ha hecho lícito, pretendiendo con ello complacer a tus esposas? [Sabe que a pesar de ello] Dios es Absolvedor, Misericordioso.
Dios les ha prescrito cómo anular y expiar los juramentos [que no van a cumplir]. Dios es su Protector y Él todo lo sabe, es Sabio.
Cuando el Profeta confió un secreto a una de sus esposas [Hafsah] y ella lo contó [a Aishah], Dios le reveló [al Profeta] lo ocurrido, y él le refirió [a Hafsah] una parte de lo que ella había hecho. Entonces, esta le preguntó: "¿Quién te lo ha dicho?" Y Él respondió: "Me lo ha revelado el que todo lo sabe, Él está bien informado de cuanto hacen Sus siervos".
Ambas deben arrepentirse, pues sus corazones se han apartado [del respeto debido al Profeta]. Pero si siguen confabuladas [por celos] contra él, sepan que Dios es su Protector, y que lo socorrerán el ángel Gabriel y los creyentes virtuosos, y todos los demás ángeles acudirán en su ayuda.
Sepan que si él las divorcia, su Señor le concederá esposas mejores que ustedes, que sean creyentes, que se sometan y obedezcan a Dios, se arrepientan, sean devotas [a Dios] y ayunen, algunas ya antes casadas o vírgenes.
¡Oh, creyentes! Protéjanse a sí mismos y a sus familias del Fuego [del Infierno], cuyo combustible serán los seres humanos y las piedras, y en el que habrá ángeles rigurosos y severos que no desobedecen a Dios en lo que Él les ordena, sino que ejecutan Sus órdenes.
[El Día del Juicio se les dirá:] ¡Los que rechazaron el Mensaje! Hoy no pretendan excusarse, simplemente recibirán el merecido por lo que hayan hecho.
¡Creyentes! Arrepiéntanse sinceramente ante Dios, puede que así su Señor borre sus faltas y los introduzca en jardines del Paraíso por donde corren ríos. Ese día Dios no avergonzará al Profeta ni a los que creyeron junto a él. Una luz se extenderá delante de ellos y a su derecha, y ellos dirán: "¡Señor nuestro! Auméntanos nuestra luz y perdónanos. Tú eres sobre toda cosa poderoso".
¡Profeta! Haz frente a los que rechazaron el Mensaje y a los hipócritas, y sé riguroso con ellos. [Si no se arrepienten ante Dios] tendrán el Infierno por morada. ¡Qué pésimo destino!
Para los que rechazaron el Mensaje, Dios les plantea como ejemplos los casos de la mujer de Noé y la de Lot: ambas estaban casadas con dos de Mis siervos justos pero no creyeron y [Noé y Lot] no pudieron hacer nada por ellas ante Dios. Y [el Día del Juicio] se les dirá: "Entren ambas en el Fuego junto con los demás condenados".
Y para los creyentes como ejemplo plantea el caso de la mujer del Faraón [que era una verdadera creyente] cuando dijo: "¡Señor mío! Constrúyeme, junto a Ti, una morada en el Paraíso, y sálvame del Faraón y de sus obras abominables. Sálvame de este pueblo opresor".
Y también el ejemplo de María, hija de ‘Imrán, quien preservó su castidad; infundí en ella de Mi Espíritu. Ella creyó en la veracidad de las Palabras de su Señor y en Sus Libros, y fue realmente una mujer devota.