salvo a quienes busquen asilo en un pueblo con el que tengan un pacto [de no agresión], o con aquellos que están apesadumbrados por tener que combatirlos o combatir a su propia gente. [A ellos no los combatan porque] si Dios hubiera querido, les habría otorgado valor de combatir contra ustedes. Si ellos los dejan tranquilos y no los combaten y proponen la paz, sepan que Dios no los autoriza a agredirlos.