قَالَ رَبِّ اغْفِرْ لِي وَهَبْ لِي مُلْكًا لَا يَنْبَغِي لِأَحَدٍ مِنْ بَعْدِي ۖ إِنَّكَ أَنْتَ الْوَهَّابُ 35
«¡Señor!» dijo. «¡Perdóname y regálame un dominio tal que a nadie después de mí le esté bien. Tú eres el Munífico».