Dios cumplió Su promesa cuando, con Su anuencia, vencían [en la batalla de Uhud]. Pero flaquearon y cuestionaron las órdenes cayendo en la desobediencia. Entre ustedes hubo quienes anhelaron los bienes materiales de esta vida, pero otros anhelaron la recompensa de la otra vida. Entonces Dios los probó con la derrota, pero los perdonó, porque Dios concede Su favor a los creyentes.