وَكَمْ أَهْلَكْنَا مِنْ قَرْيَةٍ بَطِرَتْ مَعِيشَتَهَا ۖ فَتِلْكَ مَسَاكِنُهُمْ لَمْ تُسْكَنْ مِنْ بَعْدِهِمْ إِلَّا قَلِيلًا ۖ وَكُنَّا نَحْنُ الْوَارِثِينَ 58
¡Cuántos pueblos destruí porque no agradecían el favor en que vivían! Observen sus viviendas: no volvieron a ser habitadas después de ellos, salvo brevemente. Yo fui Quien las heredó.