وَأَنْ أَلْقِ عَصَاكَ ۖ فَلَمَّا رَآهَا تَهْتَزُّ كَأَنَّهَا جَانٌّ وَلَّىٰ مُدْبِرًا وَلَمْ يُعَقِّبْ ۚ يَا مُوسَىٰ أَقْبِلْ وَلَا تَخَفْ ۖ إِنَّكَ مِنَ الْآمِنِينَ 31
Arroja tu vara". Y cuando la vio moverse como si fuera una serpiente, se dio vuelta para huir sin mirar atrás. [Le dijo Dios:] "¡Oh, Moisés! Acércate y no temas. Tú eres de los que están a salvo.