فَأَخَذَتْهُمُ الصَّيْحَةُ بِالْحَقِّ فَجَعَلْنَاهُمْ غُثَاءً ۚ فَبُعْدًا لِلْقَوْمِ الظَّالِمِينَ 41
El Grito les sorprendió merecidamente y les convertimos en detrito. ¡Atrás el pueblo impío!