Si te asombras [de estos signos], más asombroso aún es que digan [los incrédulos]: "¿Acaso cuando seamos reducidos a polvo seremos resucitados?" Ellos no creyeron en su Señor, serán arriados con argollas en sus cuellos [al castigo] y serán los moradores del Infierno, donde sufrirán por toda la eternidad.