que son perseverantes [en la adoración] anhelando el rostro de su Señor [y Su complacencia], que practican la oración prescrita, que hacen caridades con parte de lo que les he proveído, tanto en privado como en público, y si son maltratados responden con una buena actitud [sabiendo disculpar]; éstos obtendrán como recompensa una morada hermosa